Las inversiones sustentables, también conocidas como inversiones sostenibles o inversiones responsables, se refieren a la práctica de invertir en empresas, proyectos o activos financieros que buscan generar un impacto positivo tanto desde el punto de vista financiero como desde una perspectiva social y ambiental. El objetivo principal de estas inversiones es generar retornos financieros a la vez que se promueve la sostenibilidad a largo plazo, considerando aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés).
Los principales pilares de las inversiones sustentables son:
Evaluar cómo una empresa o proyecto maneja sus impactos en el medio ambiente. Esto puede incluir la gestión de recursos naturales, reducción de emisiones de carbono, manejo de residuos, uso eficiente de la energía, entre otros.
Analizar cómo una inversión afecta a las personas y a las comunidades en las que opera. Desde prácticas laborales justas y seguras, hasta contribuciones positivas a la comunidad local y promoción de diversidad e inclusión.
Una de las estrategias principales, es buscar generar un impacto social específico, además de retornos financieros. Además, enfocar dichas inversiones en sectores específicos que se alinean con la sostenibilidad, como energías limpias, tecnologías verdes, salud, educación, etc.
Es importante tener en cuenta que las inversiones sustentables no solo buscan un impacto positivo, sino también rendimientos financieros sólidos. Cada vez más inversores están adoptando enfoques sustentables debido a la creciente conciencia sobre los problemas ambientales y sociales, así como a la percepción de que las empresas con prácticas sostenibles tienen más probabilidades de prosperar a largo plazo en un mundo cambiante.