Mientras la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Congreso Local advierte que los nuevos presidentes municipales deben evitar aumentos “desproporcionados” en los impuestos para el 2025, en Tulancingo, la alcaldesa Lorena García y su asamblea hicieron oídos sordos.
Contradiciendo el compromiso de campaña de cuidar la economía de los hidalguenses, asestaron un duro golpe al bolsillo de los tulancinguenses con un alza que ha causado enojo entre la población.
Esta decisión, alejada de las promesas electorales, ha encendido el descontento en una ciudad que esperaba acciones responsables y cercanas a las necesidades de sus habitantes.
