Hidalgo se posiciona como una excelente opción para disfrutar del fin de semana de San Valentín, ofreciendo a parejas, familias y amigos una variedad de experiencias únicas en sus Pueblos Mágicos, balnearios y haciendas históricas.
Para los amantes de la aventura, Huasca de Ocampo, Mineral del Chico y Real del Monte brindan paisajes de montaña, calles empedradas y haciendas que invitan a desconectarse de la rutina y sumergirse en la naturaleza. Aquellos que buscan relajación pueden optar por los balnearios de Ixmiquilpan, Ajacuba y Tecozautla, conocidos por sus aguas termales y opciones de hospedaje que garantizan una estancia placentera.
La gastronomía hidalguense también es un atractivo fundamental para esta celebración. La Ruta del Vino y el Pulque ofrece degustaciones de productos locales en viñedos y haciendas, mientras que los restaurantes de la región preparan menús especiales para los enamorados, con platillos tradicionales que resaltan los sabores autóctonos.
Las haciendas restauradas representan otra opción romántica para este día especial. Convertidas en hoteles, restaurantes y espacios para eventos, combinan historia y arquitectura con entornos naturales inigualables. Muchas de ellas incluyen spas, cenas temáticas y recorridos nocturnos, generando un ambiente íntimo y acogedor ideal para las parejas.
Para quienes buscan una dosis de emoción, Hidalgo cuenta con diversas actividades de aventura, como paseos en globo aerostático, caminatas por los emblemáticos Prismas Basálticos y rutas de senderismo en el Corredor de la Montaña, experiencias que permiten explorar la belleza natural del estado desde una perspectiva distinta.
Este San Valentín, Hidalgo se reafirma como un destino completo que conjuga romanticismo, cultura y adrenalina, garantizando a sus visitantes momentos inolvidables en escenarios encantadores.
