Con el inicio del proceso electoral en México y la proximidad de las elecciones del 2 de junio, es crucial recordar y entender las implicaciones legales de comercializar el voto, una práctica que socava los principios democráticos y la integridad del sistema electoral. Vender el voto no solo es una falta de ética cívica, sino que también conlleva severas consecuencias legales de acuerdo con el marco jurídico mexicano.
El Artículo 403 del Código Penal Federal de México es claro en cuanto a las sanciones para aquellos que obtienen o solicitan declaraciones firmadas del elector sobre su intención de voto, o que comprometen su voto mediante amenazas, promesas de pago o dádivas a favor de un partido político o candidato. Según esta disposición, quienes incurran en esta práctica pueden enfrentar penas de hasta tres años de prisión y multas que oscilan entre 10 y 100 días de salario mínimo.
¿Cuánto podría costar vender el voto?
Es importante considerar el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), que en 2024 equivale a 108.57 pesos mexicanos. Por lo tanto, aquellos que vendan su voto podrían enfrentar multas que van desde mil 85 hasta 10 mil 857 pesos, dependiendo de la gravedad y las circunstancias del caso.
¿Existen otros delitos electorales?
Además de la venta de votos, es fundamental tener en cuenta que existen otros delitos electorales que son igualmente condenables y sancionables por la ley. Votar más de una vez, utilizar una credencial de elector ajena o suplantar a un funcionario de casilla son prácticas ilegales que atentan contra la integridad del proceso electoral y la voluntad popular.
En un contexto donde la participación ciudadana y la transparencia son pilares fundamentales de la democracia, es esencial respetar y defender la legitimidad del voto. Cada sufragio representa una voz única y valiosa en la construcción del futuro del país, y su compra o manipulación va en contra de los principios democráticos que tanto valoramos como sociedad.\n