El más reciente informe de Kaspersky, titulado “El estado del stalkerware 2023”, ha puesto de manifiesto una preocupante realidad: el crecimiento exponencial del acoso digital en México. Según el estudio, un alarmante 53% de los mexicanos ha sido víctima de acoso o sospecha haber sido acosado a través de herramientas digitales como el stalkerware, aplicaciones espía para dispositivos móviles y laptops, así como dispositivos domésticos inteligentes y de rastreo. Este fenómeno, que representa una seria amenaza para la privacidad y seguridad de los usuarios, ha despertado la alarma tanto en el ámbito nacional como internacional.
El stalkerware, definido como un software malicioso disponible comercialmente que se presenta bajo la apariencia de aplicaciones de control parental o de gestión de empleados, ha emergido como la herramienta preferida para perpetrar el acoso digital. Este software, que requiere acceso físico al dispositivo de la víctima para ser instalado, permite a los acosadores monitorear una amplia gama de actividades, desde la ubicación del dispositivo hasta mensajes de texto, chats en redes sociales, fotos e incluso acceder a la cámara y micrófono del teléfono. Lo más preocupante es que este tipo de acoso opera en segundo plano, lo que significa que las víctimas pueden ser completamente inconscientes de que están siendo vigiladas, creando así una amenaza invisible para su seguridad y bienestar
El informe de Kaspersky también revela que México se encuentra entre los diez países más afectados por el acoso digital a nivel mundial, ocupando el noveno lugar global y el segundo en América Latina. Las cifras son alarmantes: el 53% de los mexicanos asegura haber sido víctima de acoso digital, siendo el stalkerware la principal herramienta utilizada, afectando al 23% de los encuestados. Además, el estudio revela que el 10% de los consultados ha admitido haber instalado alguna aplicación o realizado configuraciones en el dispositivo de su pareja, mientras que el 8% ha presionado a sus compañeros para instalar una app de espionaje en sus teléfonos móviles.
En cuanto a la percepción sobre el monitoreo de la pareja, el 66% de los mexicanos desaprueba la idea de vigilar a su pareja sin su conocimiento, mientras que el 34% lo justifica en diferentes escenarios, como cuestiones de seguridad o sospechas de infidelidad. Sin embargo, el 20% apoya la total transparencia en las relaciones y considera apropiado el control consensuado.
En respuesta a esta creciente amenaza, Judith Tapia, gerente de Producto para el Consumidor para México en Kaspersky, expresó su preocupación y compromiso: “En Kaspersky, creemos que toda forma de acoso digital atenta contra la privacidad de las personas, en especial el stalkerware, que no debe ser visto únicamente desde una perspectiva técnica, sino como una forma de abuso digital que está asociada tanto a los casos de maltrato psicológico, como a los de violencia doméstica”.
Por otro lado, Olimpia Coral, activista y defensora de espacios digitales libres de violencia para las mujeres y niñas, destacó la importancia de abordar este problema desde múltiples frentes: “Usar aplicaciones de stalkerware puede considerarse un tipo de violencia en línea porque daña el derecho de las personas a su privacidad, intimidad, seguridad y hasta su dignidad. Quienes han padecido de violencia digital requieren apoyo y acompañamiento en cuatro niveles: psicoemocional, digital, legal y comunitario”.
Ante esta situación, Kaspersky ha implementado diversas medidas para combatir el stalkerware, incluida la creación de una alerta que notifica la detección de programas de espionaje en el dispositivo del usuario. Además, la empresa cofundó la Coalición Antistalkerware, un grupo de trabajo internacional contra el stalkerware y la violencia doméstica, que reúne a empresas privadas de TI, ONG, instituciones de investigación y agencias de aplicación de la ley para combatir el acoso cibernético y ayudar a las víctimas de abuso en línea.
En última instancia, Kaspersky ofrece cinco recomendaciones para protegerse del stalkerware, como bloquear la pantalla del teléfono con una contraseña compleja, revisar regularmente las aplicaciones instaladas y utilizar una protección de ciberseguridad confiable en el dispositivo móvil.