En los círculos políticos hidalguenses, hoy comenzó a correr\n la versión, no confirmada, de que Alejandro Enciso Arellano, actual diputado\n local independiente, porque renunció al PRI antes de entrar a la recta final el\n año pasado, tendría intenciones de ser reincorporado al Gobierno del estado de\n Hidalgo, ahora con el padrinazgo del abanderado al Senado de la República en\n segunda fórmula, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, quien logró conseguir esa\n nominación por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), gracias a un\n acuerdo nacional con la doctora Claudia Sheinbuam Pardo y el exsecretario de\n Gobernación, Adán Augusto López Hernández, lo que sin duda le desdibujó su\n esquema al Jefe Político de esta entidad.
El diputado plurinominal, integrante del membrete GPI (Grupo\n Plural Independiente) propiedad del embajador de México en Noruega, Omar Fayad\n Meneses, no es un secreto bien guardado, es también su prestanombres en los\n negocios y propiedades.
Así que no hay forma de que Alejandro Enciso vaya a ser\n merecedor de una posición en el gobierno estatal al concluir su gestión como\n legislador local, es demasiado cercano a lo que el Ejecutivo está buscando\n despojarse.
Este individuo, de carácter tóxico, fungió como secretario\n privado y asesor parlamentario, así como también secretario particular de su\n jefe Fayad Meneses, además de que lo ligan como su prestanombres para propiedades\n y negocios, pues sus ingresos como servidor público y representante popular no\n cuadran con la vida que se da.
El hecho de que Enciso le haya conseguido trabajo en alguna\n posición de campaña proselitista a su colaborador en el GPI, Enrique Rojas,\n comunicólogo y priista declarado, pero luego transformado a GPI, no es garantía\n de que le vayan a abrir paso en el Poder Ejecutivo.
Desde esta perspectiva, ni echándole porras el diputado\n plurinominal a Cuauhtémoc Ochoa, en sus eventos de campaña, le abrirán la puerta\n en una administración pública renovada, cercana a la gente, despojada de, por\n decir lo menos, las actitudes frívolas del pasado reciente, que desencadenaron\n en el más grande saqueo a las arcas estatales y municipales, coloquialmente\n llamado “La Estafa Siniestra”.