México cuenta con muchos pueblos mágicos que destacan por su cultura y tradiciones. Entre ellos, Real del Monte en Hidalgo brilla por su rica historia minera y su particular mezcla cultural. A solo 15 minutos de Pachuca, este destino ofrece mucho más que paisajes: es un lugar donde la herencia inglesa se fusiona con las costumbres mexicanas.
Un legado minero y deportivo
Real del Monte fue uno de los primeros centros mineros modernos en México, gracias a la llegada de mineros ingleses en el siglo XIX. Estos trabajadores no solo dejaron su huella en la minería, sino también en el deporte: aquí se jugó el primer partido de fútbol en el país, dando inicio a una tradición que hoy apasiona a millones.
Antes de la época colonial, el pueblo se llamaba Magotsi, que en otomí significa “paso en la altura”. Los españoles le cambiaron el nombre a Real del Monte, como se acostumbraba con las minas bajo su control.
Cultura viva y sabores que cuentan historias
Además de su pasado histórico, Real del Monte es famoso por sus “pastes”, un platillo de influencia inglesa que se ha vuelto emblema local. Los visitantes pueden recorrer minas antiguas, como La Dificultad y Acosta, así como disfrutar de museos dedicados a la medicina laboral, la historia minera y, por supuesto, al paste. Entre los espacios naturales, destaca el Bosque del Hiloche.
El pueblo también se llena de vida durante sus festivales. El Año Nuevo se celebra con bailes y fuegos artificiales en la plaza principal. En enero, la Feria del Dulce Nombre incluye una procesión que recorre las calles. Junio honra a los mineros con el Festival de la Plata, y en octubre, el Festival del Paste reúne a panaderos locales e ingleses para preparar esta receta tradicional.
Real del Monte es, sin duda, un destino que combina la riqueza cultural, la historia y la gastronomía, invitando a vivir una experiencia auténtica en uno de los pueblos mágicos más representativos de México.
