En los albores de la década de 1970, Tabasco se convirtió en el crisol donde se forjaron las primeras influencias políticas y culturales que darían forma al futuro del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Uno de los pilares fundamentales en su formación fue el encuentro con el poeta, museógrafo y político Carlos Pellicer, una figura crucial en los inicios de la carrera política de AMLO.
Carlos Pellicer, considerado uno de los grandes poetas mexicanos, dejó una huella imborrable en la vida de López Obrador. El líder político, en diversas ocasiones, ha reconocido la importancia de Pellicer como mentor y modelo a seguir. En una entrevista con el semanario Proceso, AMLO destacó que la relación con Pellicer fue “estrecha y definitoria” durante una etapa formativa crucial en su vida.
La conexión entre AMLO y Pellicer se consolidó a través de la afiliación del joven político al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la década de 1970. López Obrador se unió al PRI con la finalidad de trabajar por la candidatura de Pellicer al Senado. Este vínculo inicial con el PRI, el partido que históricamente dominó la política mexicana, marcaría la trayectoria de AMLO y le valdría críticas posteriores al distanciarse de esa organización política.
Pellicer, comprometido con la defensa de los derechos de los pueblos originarios, particularmente la etnia maya chontal, influyó en la perspectiva política y social de AMLO. López Obrador asumió roles significativos, como estar al frente del Centro Coordinador Indigenista Chontal y ser delegado del Instituto Nacional Indigenista (INI) en Tabasco desde 1977 hasta 1982.
El compromiso de Pellicer con la causa indígena y el nacionalismo dejó una impronta duradera en la visión política de López Obrador. Ambos compartieron un activismo político juvenil de corte “hispanonamericano”, así como un interés común por la historia política de Colombia y Venezuela, influencias que resonarían en sus trayectorias individuales.
En el libro “La mafia nos robó la presidencia”, AMLO se autodefine como “de izquierda y pelliceriano”, subrayando la protesta contra la injusticia social y la esperanza que ambos compartían. A pesar de las dudas iniciales de AMLO sobre la candidatura de Pellicer por el PRI, reconoce su peculiaridad como candidato, defendiendo apasionadamente a los indígenas chontales y abogando por el nacionalismo.
La relación entre Andrés Manuel López Obrador y Carlos Pellicer, enraizada en Tabasco y marcada por la lucha por la justicia social, la identidad indígena y el compromiso político, es una pieza clave para entender los primeros pasos de AMLO en la política mexicana.