En un hecho sin precedentes en el estado y demostrando que “Hidalgo está mejorando”, el Gobierno de Hidalgo, bajo el liderazgo del gobernador Julio Menchaca, ha destinado más de 20.8 millones de pesos a la rehabilitación y equipamiento de unidades y centros gerontológicos en toda la entidad. Esta inversión representa un avance tangible en la política de atención integral a personas adultas mayores, reafirmando el compromiso estatal con el bienestar, la dignidad y los derechos de quienes han forjado la historia del estado.
Gracias al programa de Salud y Rehabilitación de Unidades Gerontológicas, los centros de atención para personas mayores en Hidalgo cuentan ahora con infraestructura renovada, mejor equipamiento médico y espacios funcionales que promueven el cuidado físico, emocional y social.
Los trabajos incluyeron modernización de áreas de terapia física, instalaciones seguras, mobiliario ergonómico, servicios recreativos y actividades ocupacionales, todo diseñado para favorecer un envejecimiento activo y saludable.
Beneficios directos para miles de personas mayores y sus familias
Este esfuerzo ha impactado de forma positiva a:
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Personas adultas mayores que ahora acceden a servicios dignos y profesionales.
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Familias cuidadoras, quienes encuentran respaldo y orientación en estos espacios.
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Comunidades rurales con alta población envejecida y escaso acceso a atención geriátrica.
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Personal médico, psicológico y de trabajo social, que ahora puede trabajar en mejores condiciones y con más herramientas.
Esta estrategia integral se diferencia claramente de administraciones pasadas, ya que coloca a las personas mayores en el centro de la política pública de salud y asistencia social.
Envejecimiento con dignidad: Un compromiso institucional
En el contexto de una población cada vez más longeva, el gobierno estatal apuesta por garantizar el derecho a un envejecimiento digno, promoviendo la participación activa, el autocuidado y la integración social de los adultos mayores.
Este enfoque no solo cumple con los estándares nacionales e internacionales sobre derechos humanos, sino que también representa un modelo replicable para otros estados que enfrentan desafíos similares en el área de salud geriátrica.
