En Hidalgo, el Partido del Trabajo (PT) enfrenta una serie de controversias que podrían marcar su debacle política. Recientemente, el partido ha sido acusado de involucrar en prácticas fraudulentas en la localidad de Acaxochitlán, donde se han registrado serias acusaciones de usurpación de identidad y falsificación de documentos. Estos incidentes han puesto en duda la integridad de la planilla del PT al ayuntamiento de esta región, vinculándolos directamente con los Sosa Castelán, una familia localmente conocida por sus polémicas.
Según reportes, cinco funcionarios fueron inscritos como candidatos a regidores sin su consentimiento, lo cual ha llevado a denuncias ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH). Los afectados también han anunciado su intención de presentarse ante el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) para esclarecer la situación.
Este escándalo se suma a otros problemas para el PT en la región. Recientemente, el partido fue advertido por la autoridad electoral de no utilizar las siglas de la 4T en su propaganda, dado que no forman coalición con Morena en el estado. Sin embargo, esta prohibición ha sido ignorada por varios candidatos que continúan utilizando la imagen de la 4T para atraer votantes, pese a las restricciones.
La imagen del PT ya se veía deteriorada, y los recientes incidentes solo agravan la situación. Históricamente, el partido ha luchado por consolidar una base electoral fuerte en el estado, con porcentajes de voto que raramente superan el 3%, excepto durante la elección presidencial de 2018, cuando alcanzaron un 4,45% gracias al efecto arrastre de Andrés Manuel López Obrador.
Los problemas actuales del PT podrían ser atribuidos a su asociación con figuras controversiales como los Sosa Castelán y otros políticos con antecedentes cuestionables. Por ejemplo, Marisol Ortega López, exalcaldesa de Tepeapulco y exintegrante de Morena, recientemente tuvo que renunciar a su candidatura para diputada local por el distrito 18 debido a acusaciones de irregularidades en su gestión, incluyendo un incidente donde se le acusa de haber secuestrado a miembros de su cabildo.
En vista de estos problemas, es posible que el PT enfrente un futuro incierto en Hidalgo. La acumulación de escándalos y la falta de una estrategia política clara y ética, podrían desencadenar una erosión aún mayor de su base de simpatizantes, dejando al partido en una posición vulnerable de cara a las próximas elecciones del 2 de junio.
Con información de: Expendiente Ultra