La salud mental abarca el bienestar emocional, psicológico y social, y está influenciada por las experiencias cotidianas. En el caso de las personas con discapacidad, estas situaciones suelen presentar retos adicionales que pueden magnificar el impacto del estrés y las cargas emocionales.
Especialistas advierten que la discriminación y la falta de accesibilidad generan barreras significativas para este sector, afectando profundamente su salud mental. Estas limitaciones, sumadas al aislamiento social y la inseguridad, incrementan el riesgo de padecer ansiedad y depresión. La falta de inclusión y un trato igualitario intensifican estas dificultades, dejando a muchas personas fuera de los espacios educativos, laborales y sociales.
En Hidalgo, la Secretaría de Salud (SSH) trabaja para combatir estas desigualdades. Liderada por Vanesa Escalante Arroyo, la dependencia promueve la accesibilidad en espacios públicos y privados, asegurándose de que cuenten con las adaptaciones necesarias. Además, la SSH brinda atención especializada a través de los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (CECOSAMA) en Tepeapulco, Ixmiquilpan, Pachuca de Soto, Huejutla, San Felipe Orizatlán y Tula de Allende.
Para quienes buscan orientación o apoyo, la Línea de la Vida, 800 911 2000, ofrece un recurso accesible y gratuito. La salud mental no debe ser un privilegio, sino un derecho garantizado para todos, independientemente de las condiciones físicas o mentales de cada individuo.
