El Sindicato del Cemento, liderado por José Neri Ortega Blancas, llevó a cabo bloqueos en diferentes puntos de Pachuca y el Valle de México, afectando gravemente la movilidad de miles de ciudadanos. Aunque el grupo argumenta que estas acciones buscan exigir justicia en el caso Zimapán, diversas denuncias sugieren que su verdadero objetivo es monopolizar el transporte de materiales en Hidalgo, desplazando a transportistas locales.
Este sindicato, originario del Estado de México, ha sido señalado por utilizar tácticas de presión y violencia para obtener licitaciones en la industria minera. Trabajadores de Zimapán han denunciado haber sido víctimas de intimidación y extorsión por parte de este grupo, que intenta apoderarse del sector a la fuerza.
No es la primera vez que el Sindicato del Cemento recurre a estos métodos. En 2020, durante la administración de Omar Fayad, sitiaron Pachuca con bloqueos similares para adjudicarse contratos de obra pública. Hace tres meses, integrantes del sindicato incluso aterrizaron en helicóptero con hombres armados en Zimapán, amedrentando a los mineros de la región.
Asimismo, el sindicato ha sido acusado de manipular el caso de las menores abusadas en Zimapán con el fin de generar caos y presionar a las autoridades. La diputada local Alhely Medina denunció que este grupo solo busca beneficios económicos, mientras que el propio padre de las víctimas ha desconocido los bloqueos como parte de su lucha.
Las movilizaciones han causado graves afectaciones en la movilidad del estado, perjudicando a trabajadores, estudiantes y ciudadanos en general. La sociedad hidalguense enfrenta el desafío de evitar que este grupo continúe lucrando con el dolor ajeno y desestabilizando la región.\xa0;
