El municipio de Acaxochitlán se encuentra listo para recibir el equinoccio de primavera este 21 de marzo en la zona arqueológica de “Tzacuala”, un evento ancestral que ha sido transmitido de generación en generación y que es celebrado con orgullo por la comunidad.
“Este evento se ha transmitido de generación en generación, todos los años lo honramos con orgullo en la zona arqueológica, que es la que nos permite tener una conexión con la naturaleza”, declaró Felicia Tlalacalco Martínez, reconocida como una de las mujeres medicina del ayuntamiento.
La ceremonia, de origen prehispánico, inicia con la solicitud de permiso a los cuatro puntos cardinales. Entre toques de tambor y cantos ancestrales, los participantes purifican el espacio para realizar ofrendas, donde se colocan flores y semillas como agradecimiento a la cosecha anterior y para pedir por buenas siembras en el futuro.
Luego, se lleva a cabo la danza del “xochipitzahuac”, en la cual se entregan los xochimapales, varas adornadas con papeles de colores, flores y pan que simbolizan los puntos cardinales. Este baile, realizado en círculo, busca invocar la abundancia y el bienestar, representando la interconexión entre el hombre, la tierra y el universo.
Además, se realizará la entrega de bastones de mando para nombrar a nuevos guerreros capaces de servir al pueblo con humildad y empatía, preservando así las costumbres indígenas más arraigadas de Acaxochitlán.
La celebración del equinoccio de primavera en la zona arqueológica de Tzacuala no solo es un evento cultural, sino también una oportunidad para reconectar con la naturaleza y celebrar la interdependencia entre el ser humano y su entorno.