Un violento operativo del crimen organizado sacudió Tula de Allende este jueves cuando un comando armado secuestró a Marco, reconocido vecino de la localidad Bomintzhá, mientras almorzaba en el restaurante Rincón de Villa. Testigos reportaron al menos diez disparos y la huida de los agresores en camionetas de lujo, dos de las cuales quedaron abandonadas con impactos de bala.
Ataque a plena luz del día
Según versiones de testigos, alrededor de las 3:45 p.m., varios hombres fuertemente armados, vestidos de negro y con cubrebocas, irrumpieron en el lugar a bordo de al menos tres vehículos. Sin mediar palabra, identificaron a Marco, lo sometieron a punta de pistola y se lo llevaron en una camioneta gris Oxford. Vecinos alertaron a emergencias al escuchar los disparos, pero los agresores lograron escapar.
Las autoridades confirmaron que el modus operandi corresponde a la delincuencia organizada, aunque aún desconocen los motivos del secuestro. La Fiscalía inició una carpeta de investigación para rastrear a los responsables y determinar si el caso está vinculado a otros crímenes en la región.
Evidencia abandonada en la escena
Minutos después del ataque, policías municipales hallaron dos camionetas abandonadas cerca del restaurante: una Ford F-150 2013 azul con daños en la parte trasera y una Dodge RAM 2019 gris, ambas con placas de circulación e impactos de bala. Investigadores recabaron evidencias balísticas y revisan cámaras de seguridad para identificar a los implicados.
A pesar de un operativo de búsqueda inmediato, no hubo rastro de Marco ni de sus captores. Testigos señalaron que el convoy habría tomado rumbo hacia La Cruz Azul, zona con historial de presencia criminal.
Cifras que preocupan
El secuestro ocurre en un contexto de creciente violencia en Tula. Datos del SESNSP revelan que, aunque solo se registró un secuestro extorsivo en febrero, los homicidios dolosos suman ocho en lo que va del año, cinco cometidos con arma de fuego. Vecinos exigen mayor presencia policial ante la audacia de grupos criminales que ahora actúan incluso en lugares públicos.
Mientras las autoridades refuerzan operativos, la familia de Marco clama por su aparición con vida. El caso ha conmocionado a la comunidad, que hoy vive entre el miedo y la indignación.
