En su visita por Tijuana, Baja California, Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata presidencial de la oposición, destacó su postura firme respecto a las relaciones con Estados Unidos, enfatizando que no aceptará amenazas de imposición de aranceles ni agendas que violen los derechos humanos, independientemente de quién resulte ganador en las elecciones estadounidenses de noviembre próximo.
Durante el Foro “Frontera de Siglo XXI: Seguridad y Desarrollo”, Gálvez puntualizó que su postura es clara y directa, señalando que no le teme ni a Trump ni a Biden, y que en caso de resultar electa establecerá relaciones de cooperación con Estados Unidos, pero no permitirá imposiciones que atenten contra los derechos humanos.
“Hoy México debe tener una negociación mucho más clara con Estados Unidos. A mí no me dan miedo ni Trump ni Biden, se los digo sinceramente. Al que me pongan, va a haber una relación franca, directa, clara”, afirmó la candidata.
En cuanto a las amenazas de aranceles, Gálvez aseguró contar con el mejor negociador del Tratado de Libre Comercio, Ildefonso Guajardo, para abordar estas situaciones, pero subrayó que México no aceptará agendas que vulneren los derechos humanos.
Además, a pocos kilómetros de la frontera, la candidata sostuvo un encuentro con especialistas en temas migratorios, donde expresó su visión de la migración como una oportunidad más que como un problema. En este sentido, criticó la postura del gobierno actual de aceptar ser un “tercer país seguro” sin exigir contrapartidas.
Gálvez calificó como un error garrafal la decisión de aceptar esta designación sin haber negociado a cambio beneficios para México, como la regularización de millones de mexicanos que residen en Estados Unidos. Señaló que al menos un millón de mexicanos podrían estar regularizados en Estados Unidos con la intervención adecuada.
Asimismo, la candidata lamentó la falta de gestión para obtener recursos destinados a atender a los migrantes que aguardan visas humanitarias, muchos de los cuales viven en condiciones precarias en parques públicos y en la calle, dependiendo en gran medida de la asistencia de la sociedad civil y organizaciones tanto en México como en Estados Unidos.
En su discurso, Xóchitl Gálvez resaltó la necesidad de una política migratoria que proteja los derechos humanos de los migrantes y que también beneficie a México en términos de regularización y apoyo para quienes residen en Estados Unidos, así como de recursos para atender a los migrantes que esperan respuesta a su solicitud de visas humanitarias.