El regidor del ayuntamiento de Pachuca, Guillermo Ostoa Pontigo, ha levantado una voz de alarma sobre la presencia alarmante de pollo en mal estado que está llegando a la ciudad, poniendo en riesgo la salud pública. Según declaraciones del funcionario municipal, esta situación ha cobrado ya dos vidas en el estado vecino de Tlaxcala, lo que subraya la urgencia de tomar medidas contundentes para contener este problema.
El problema, según Ostoa Pontigo, radica en el origen del pollo, principalmente proveniente del Estado de México, que es transportado en condiciones inadecuadas, sin los mecanismos necesarios para preservar su frescura y seguridad sanitaria. A menudo, estos cargamentos llegan expuestos al sol, sin refrigeración adecuada, lo que acelera su proceso de descomposición.
Lo preocupante es que este pollo en mal estado se está vendiendo a precios considerablemente bajos en algunos barrios de la capital hidalguense, atrayendo a familias que buscan economizar en sus compras. Este fenómeno, según el regidor, es una bomba de tiempo para la salud pública, ya que el consumo de pollo en condiciones tan precarias puede tener consecuencias graves.
El regidor, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), señaló que las autoridades locales y estatales deben tomar cartas en el asunto de manera inmediata. Es fundamental establecer un cerco sanitario para evitar que estas 15 toneladas diarias de pollo en mal estado sigan llegando a Pachuca y se vendan a la población. Este cerco no solo protegería a los consumidores de la ciudad, sino que también prevendría la posibilidad de que surjan casos similares a los que han afectado a Tlaxcala, donde ya se han registrado víctimas mortales.
Ostoa Pontigo enfatizó la necesidad de inspeccionar y clausurar los establecimientos que venden este tipo de productos de manera irresponsable. Según las imágenes proporcionadas por el regidor, el pollo llega en condiciones insalubres, es manejado en locales sin higiene y se vende a precios irrisorios, sin importar el riesgo que representa para la salud de quienes lo consumen.
“La alerta que emite Tlaxcala es que por el consumo del pollo que ha generado el síndrome Guillain-Barré y que ya ha generado que dos personas perdieran la vida, las condiciones de venta de este pollo no son las correctas, manejan el pollo en el suelo y lo venden a un precio menor, lo traen en camionetas en el sol, no viene en hielo, entonces ya trae grado de descomposición”, explicó Ostoa Pontigo.
