El fenómeno astronómico del eclipse solar que pintó los cielos mexicanos en la mañana de ayer, ha dejado un rastro peculiar en las aulas de Tepeapulco, Tlanalapa y Emiliano Zapata. La Opinión del Altiplano, en un recorrido por estos municipios, constató la notable ausencia de estudiantes en los planteles educativos de nivel primaria durante el día del evento.
En pleno regreso de las vacaciones de Semana Santa, los patios y aulas de estos municipios se encontraban sorprendentemente vacíos, con poca afluencia tanto en el interior como en el exterior de las escuelas. La Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) rápidamente tomó medidas para proteger a los pocos alumnos que asistieron, implementando un protocolo especial para abordar y explicar el fenómeno astronómico que estaba teniendo lugar.
El objetivo de este protocolo fue doble: por un lado, proteger a los estudiantes de cualquier posible exposición peligrosa durante el eclipse solar, y por otro lado, aprovechar este evento único para brindarles una lección práctica sobre astronomía. Los pocos niños presentes en las aulas tuvieron la oportunidad de aprender de primera mano sobre la alineación perfecta de la Luna, la Tierra y el Sol que daba lugar a este espectáculo celeste.
Hoy, sin embargo, el bullicio y la energía regresaron a los planteles educativos. Todos los chiquillos, con sus mochilas al hombro y sus rostros llenos de curiosidad, volvieron a las aulas para retomar sus actividades escolares. La enseñanza, tanto en términos académicos como astronómicos, no se detiene, y los profesores están listos para guiar a sus estudiantes en el emocionante mundo del conocimiento.