La falta de interés en mantener en buen estado la infraestructura urbana está generando preocupaciones y riesgos para la seguridad vial en el primer cuadro de Apan. Los residentes señalan que la desconexión de los semáforos, una medida implementada hace algunos años por la autoridad municipal, podría estar contribuyendo a la ocurrencia de accidentes viales en varios puntos clave de la localidad.
Hasta hace poco tiempo, los semáforos en Apan funcionaban de manera independiente y no sincronizada. A pesar de esto, cumplían su función de ordenar el flujo vehicular en las intersecciones. Sin embargo, la administración municipal tomó la decisión de desconectar los semáforos para implementar el programa “uno por uno”, el cual ha tenido éxito en otras ciudades como Tulancingo y ha sido relativamente bien recibido por los apanenses.
Sin embargo, uno de los puntos que más preocupa a los residentes es el entronque de la carretera Apan-Calpulalpan y el libramiento de Apan, donde nunca se puso en funcionamiento un semáforo que resulta ser esencial para regular el tráfico en esa zona. Automovilistas y peatones coinciden en que este cruce representa un riesgo considerable debido a la falta de señalización adecuada.
“Es un peligro constante para quienes transitamos por aquí, especialmente en horas de mucho tráfico”, comenta un conductor habitual de la zona. “Necesitamos que la autoridad tome cartas en el asunto y haga funcionar ese semáforo que debería haber estado operativo desde hace tiempo”.
La comparación con otros casos de intervención gubernamental también se ha mencionado entre los residentes. Por ejemplo, la Secretaría de la Contraloría del Estado recientemente llamó a cuentas al exalcalde Eleazar García en Pachuca. Los apanenses señalan que algo similar podría hacerse en su localidad para presionar a la constructora responsable de instalar el semáforo pendiente en el entronque mencionado.
Otro punto crítico es la esquina de las calles Lauro L, Méndez y Reforma, donde solían funcionar dos semáforos. En la actualidad, uno de ellos cuelga inactivo, mientras que el otro simplemente ha desaparecido, dejando a los conductores sin una guía clara sobre el momento adecuado para avanzar o detenerse.