La sinergia entre el Gobierno de Hidalgo y la Presidencia de la República, encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo, fue determinante para superar la emergencia que dejó Priscilla.
Desde las primeras horas posteriores al huracán, el gobernador Julio Menchaca Salazar comenzó con la implementación de acciones en las zonas más afectadas para coordinar las labores de auxilio. En caminos aún cubiertos de lodo y con familias intentando recuperar lo perdido, el mandatario encabezó la estrategia de rescate junto a brigadas estatales, municipales y federales, reafirmando su compromiso de no dejar a nadie atrás.
Su presencia constante en territorio se convirtió en un símbolo de liderazgo y cercanía con la población.
El mandatario activó de manera inmediata el Plan DN-III-E, se dispusieron recursos extraordinarios y se priorizó la recuperación de la conectividad, así como la atención inmediata de los damnificados. Estas medidas generaron un ambiente de confianza y cooperación que permitió trabajar en coordinación con las autoridades federales.
Esto se tradujo en avanzar con rapidez en la rehabilitación de caminos, la entrega de víveres y la atención médica en las comunidades más golpeadas.
Con una inversión superior a 600 millones de pesos del Fondo para la Atención de Desastres Naturales del Estado de Hidalgo, se logró restablecer la comunicación terrestre en 188 caminos y distribuir más de 70 mil despensas por vía terrestre y aérea. Cientos de trabajadores de Protección Civil, Obras Públicas, Salud y Seguridad continúan desplegados en territorio, reafirmando que la reconstrucción es una tarea que comienza con la gente y se mantiene con el trabajo conjunto.
La presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum en Hidalgo simbolizó la unidad institucional y la suma de esfuerzos entre los tres niveles de gobierno. Julio Menchaca reconoció que la solidaridad de la ciudadanía, el trabajo técnico del Ejército y la coordinación federal han sido claves para que las familias hidalguenses comiencen a recuperar su tranquilidad.
El mensaje es contundente: cuando un gobernador asume su responsabilidad con claridad y solvencia, el apoyo de la Presidencia fluye como un cauce natural.
La vaguada monzónica demostró que, para hacer frente al desastre, la capacidad de gestión es tan vital como la voluntad política. Y en eso, Julio Menchaca dio cátedra en México.
