Las promesas del alcalde Jorge Reyes de impulsar políticas en favor de la juventud en Pachuca quedaron lejos de cumplirse por las adicciones que acosan a los jóvenes en la ciudad.
Un año después de iniciar su gestión, Pachuca enfrenta una creciente crisis de adicciones, con barrios enteros que ven cómo el consumo se normaliza entre los jóvenes sin que existan resultados visibles por parte del gobierno municipal.
El Instituto Municipal para la Prevención de Adicciones reconoció en un documento interno que “las adicciones representan uno de los desafíos más significativos para la salud pública”, y que el problema en la capital hidalguense requiere un abordaje integral.
Sin embargo, los números muestran un aumento preocupante en el consumo de sustancias nocivas: mariguana (de 75.8% a 93.4%), metanfetaminas (de 6.3% a 28.1%), éxtasis (de 5.5% a 10.2%) y alucinógenos (de 13.3% a 23.4%).
Para los habitantes de Cubitos, La Raza y San Antonio del Castillo, las estadísticas se traducen en escenas diarias de deterioro social, culpando al alcalde de Pachuca, Jorge Reyes, por un escaso avance en la materia.
Jóvenes que deambulan bajo los efectos de drogas, calles inseguras y una sensación de abandono que crece. “Aquí no hay atención ni oportunidades, solo promesas”, lamentan vecinos.
El miedo ha sustituido a la confianza. Muchos evitan salir de noche, temen los robos o los actos violentos derivados del consumo.
Mientras tanto, la administración de Jorge Reyes en Pachuca mantiene su discurso de prevención. Sin embargo continúan las adicciones y suman nuevos casos en la entidad.
