Por Víctor López
La Laguna de Tecocomulco es un radiador ecológico, que ayuda a mantener la humedad del clima de la región del Altiplano, su destrucción volvería árida la zona, sin embargo existen personas irresponsables que desde hace décadas buscan destruir el humedal.
La Laguna de Tecocomulco, considerada dentro del grupo de las “cuencas cerradas”, cubre una superficie de 56 mil cien hectáreas, comprende parte de los municipios de Tepeapulco, Cuautepec, Almoloya, Apan y Singuilucan, en Hidalgo, y pese al bajo nivel de agua, en la actualidad está llena de vida con gran variedad de peces y patos.
El médico veterinario Jaime Martínez Parra, escribió que, en el mes de noviembre del año 2003, este cuerpo de agua fue designado sitio RAMSAR por la Convención relativa a los humedales de importancia internacional, además, ha funcionado como vaso regulador de los escurrimientos de la cuenca.
Estableció que anualmente la laguna recibe un aproximado de 248 mil toneladas de sedimentos, así pierde la capacidad de almacenamiento de 190 mil 839 metros cúbicos de agua.
“De no revertirse los actuales niveles de erosión asociado al alto grado de deforestación de la cuenca, la proyección de la vida útil sería hasta el año 2045”, así lo establece de claro.
DESTRUCCIÓN INTENCIONAL
Históricamente han existido personas adineradas con mentes retorcidas y una desmedida ambición, que buscan ganar especio para la agricultura y por diferentes medios han buscado desecar la laguna de Tecocomulco, a lo cual no le han dado la importancia de ser un radiador ecológico que ayuda al clima de la región del Altiplano de Hidalgo y municipios vecinos de Puebla.
Un investigador europeo de nombre Mateo, recorría la laguna, zona arqueológica y otros puntos de Tepeapulco, hace por lo menos 30 años, y ya advertía que si destruyeran el humedal dejaría de funcionar como radiador ecológico y la zona se volvería muy caliente, casi desértica.
Gabriel Flores, exlíder campesino de Tepeapulco, en los noventas fue un férreo defensor de la laguna de Tecocomulco, en su momento denunció a campesinos millonarios, en su mayoría de Cuautepec, que impunemente perforaron la laguna para estallar dinamita y buscar fragmentar el suelo para que corriera el agua a sus intereses, afortunadamente jamás lo lograron.
Por ser una cuenca cerrada, en la parte más baja de la laguna, al parecer en la zona de Tultengo, devastaron un poco la barrera natural para aumentar el escurrimiento y se fuera el agua, insistió, para ganar espacios a la agricultura.
AVES MIGRATORIAS
La laguna por cientos o miles de años fue un santuario para los ajolotes, especie que es objeto de estudios por su auto regeneración y supuestos atributos curativos, inclusive, ahora es una especie protegida.
Lamentablemente, señalan los entrevistados, desde hace décadas autoridades estatales con alto grado de estupidez, “sembraron” la agresiva carpa barrigona en el embalse de Tecocomulco, misma que se come los huevecillos de los ajolotes que podrían desaparecer de la región. Se han salvado por algunos criaderos que hay en la región.
Resulta increíble que pese a ser un humedal de importancia mundial, no haya quien se preocupe por su preservación, aunque también es el hogar de aves migratorias como el pato que llega desde Canadá, inclusive, la fauna de la laguna origina empleos que mantienen a decenas o cientos de familias.
Actualmente, con todo y el bajo nivel del agua, hay miles de pequeños patos que durante el día se observan jugueteando en el agua.
En la actualidad, se aprecian los estragos que sufre laguna, la aguda sequia hace que el nivel del agua sea muy bajo, exhibe lo azolvado que se encuentra, quizá sea el momento para que las autoridades de los tres órdenes de gobierno y lugareños pongan orden, que se deslinden los límites de la laguna e inicien el desazolve para captar más agua en la próxima temporada de lluvias.